LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A TERRITORIO ECUATORIANO

LA LLEGADA DE LOS CONQUISTADORES ESPAÑOLES

Los primeros españoles que vieron tierras de lo que hoy es el Ecuador fueron los que en 1526 integraron la primera expedición organizada por Francisco Pizarro, quienes navegando bajo el mando del piloto Bartolomé Ruiz, el 21 de septiembre desembarcaron en las costas de Esmeraldas y establecieron un poblado al que llamaron San Mateo.

Al llegar a las costas de Jama, en Manabí, los españoles divisaron un importante poblado con edificaciones, templos y calles bien trazadas, cuyos habitantes lucían ricas vestimentas y bellos adornos en oro.
Comprendieron entones que tenían ante sus ojos un país desarrollado y poseedor de una inmensa riqueza.

Estimulado por este descubrimiento, Pizarro regresó a España para solicitar al rey las autorizaciones correspondientes y luego, ambicioso de fama y de riqueza, organizó una nueva expedición y junto a Ruiz y sus hombres navegó una vez más hacia el sur. En agosto de 1527 desembarcó en Ballenita, y divisó la isla Puná y las costas de Tumbes.

Allí, en las cálidas aguas del golfo de Guayaquil, Pizarro se topó, por primera vez, con una nave aborigen de raras características: una balsa de los punaes.

Luego de conocer la existencia del Imperio de los Incas, y de obtener de la corte de Carlos V la autorización correspondiente, a principios de 1531, Pizarro organizó una nueva expedición y se hizo a la mar para ejercer sus derechos de conquista.

Desembarcó entonces en San Mateo y recorrió por tierra todas las regiones costaneras de la cuenca del río Guayas, hasta llegar a la península de Santa Elena. A principios del año siguiente pasó a la Isla Puná, y luego de vencer al cacique Tumbalá cruzó hacia Tumbes para iniciar la conquista del Imperio de los Incas.